Beatriz y Javier

Padres de un "chaval" de 18 años

Se podría pensar que a esta edad la batalla ya está perdida, pero nosotros nunca tiramos la toalla. Hasta que conocimos a Daniel se podría decir que lo habíamos probado casi todo, diferentes psicólogos, terapias familiares... todo con resultados poco satisfactorios.

Decidimos apuntarnos a la Mentoría desAprendo con algo de escepticismo pero con el convencimiento de que era una de nuestras últimas oportunidades para generar un cambio en la relación con nuestro hijo. Sin duda acertamos.

Primero para darnos cuenta de que no siempre el problema son ellos, y después, y más importante para conseguir entender porque nuestra manera tradicional de educar no estaba funcionando con nuestro hijo mayor. A partir de ahí, hemos recibido muchas técnicas y herramientas que nos están ayudando a volver a conectar con él.

Compartir todo esto con un grupo de familias ha sido una experiencia "única". Compartir con un grupo de madres y padres comprometidos y abiertos, donde hemos podido exponer, compartir y darnos ideas para afrontar el día a día con nuestros hijos. Gracias a todos ellos y sobre todo gracias a Daniel por estas nueve semanas de aprendizaje.

A todos aquellos padres desesperados que estéis pensando que esto ya no tiene solución, no dejéis pasar esta oportunidad.

Juanjo Cordero

Padre de tres niños de 7, 9 y 10 años

La Mentoría desAprendo me han enseñado a mirar de otra manera a mi hijo de espíritu libre, pero también a mis otros dos hijos, porque las enseñanzas de este curso son aplicables a todos. También me ha facilitado encontrar momentos para hablar con mi pareja sobre la educación de nuestros hijos y sobre nosotros, cómo nos comportamos como padres/madres.

Hemos aplicado de manera práctica algunas herramientas que están haciendo de nuestra vida familiar un lugar más agradable. El reto sigue ahí, cada día, pero ahora tenemos más capacidades, somos más conscientes de nuestros errores y entendemos mejor qué está pasando.

La sabiduría de Daniel no viene sólo del estudio del tema, ni de su enorme capacidad de empatía, además él lo vive cada día y te lo cuenta para que desde su propia experiencia aprendamos todos. Una persona excepcional, con un conocimiento profundo de lo que habla.

María y Carlos

Padres de Sofía (10 años) y Paula (7 años)

Como familia teníamos claro qué modelo respetuoso y centrado en autodesarrollo e independencia del niño, era el que queríamos.

Pero nos faltaban herramientas…seguíamos replicando el modelo tradicional aprendido basado en la autoridad del adulto, sin escuchar lo que realmente nuestras hijas estaban tratando de decirnos.

Daniel, nos abrió el camino al cambio, y en ese proceso de 'cambio de gafas’ estamos inmersos.

Hay días mejores y peores en casa... pero ahora hemos aprendido a escuchamos, y tratamos de buscar soluciones que se nutran de las necesidades de toda la familia.

Sin duda desAprendo ha sido la ayuda que necesitábamos.

Rebeca

Madre de tres niñ@s de 2, 7 y 9 años

Me uní a la Mentoría desAprendo porque estaba cansada de gritar, amenazar, repetir mil veces lo mismo, me estaba quedando sin fuerzas y entusiasmo, y la maternidad empezaba a resultar un lastre.

Mi marido además pensaba que si la educación tradicional le había funcionado a sus padres, a él también. 

Pero yo me encontraba perdida y aposté por Daniel. Al principio cuesta cambiar el chip, desaprender. Pero es curioso como los conceptos calan en tu mente y se van asimilando con dedicación y tiempo. Ahora, estando solo a mitad de curso, aunque reaccione como lo hacía antes, me doy cuenta, me salta una alarma en mi interior... paro, me alejo y pienso en esos maravillosos seres que merecen todo mi respeto. Vuelvo con métodos y recursos válidos y mágicamente todo fluye. 

Darme cuenta de cómo es mi hija, empatizar con ella, me ha humanizado, y sé que el problema no era ella, sino nosotros. Nuestros cambios los agradece en su mirada.